En los últimos años surgió un nuevo paradigma
sobre el futuro del hombre, el cual comenzó a tomar forma entre un grupo de
científicos que se encuentran al frente en la investigación en áreas como,
computación, neurología y también investigadores en tecnología de punta.
Este nuevo paradigma desecha el postulado fundamental que está implícito en la futurología tradicional y prácticamente en todo el pensamiento político actual. El paradigma anteriormente mencionado parte de la base de que la “condición humana” básicamente es siempre constante. Los procesos tecnológicos pueden ser mejorados, la riqueza puede ser incrementada y redistribuida, nuevas herramientas pueden ser desarrolladas, la cultura puede cambiar, inclusive a veces drásticamente pero la naturaleza humana siempre sigue siendo la misma.
Pero el paradigma anteriormente mencionado ya no puede ser considerado verdadero.
Innovaciones como el habla, el lenguaje escrito, la imprenta, los motores, la medicina moderna y las computadoras, todos estos cambios en su momento causaron un profundo impacto en cuanto a la forma de vida del hombre, en cuanto a qué somos y qué hacemos. Estas innovaciones comparadas con los cambios que se avecinan en las próximas décadas se las pueden considerar lentas y poco profundas. Nótese también que aunque sea una sola innovación que cause un cambio tan profundo como las anteriormente mencionadas, alcanzan para invalidar las proyecciones futuristas ortodoxas.
El “Transhumanismo” ha ganado adeptos como una nueva forma de pensar sobre la premisa de que la condición humana es esencialmente inalterable. Dejando de lado este anticuado paradigma, aparecen ante la mente una serie de posibilidades que van desde un futuro ilimitadamente promisorio a posibilidades extremas como la extinción de la vida inteligente. En general el futuro es visto en forma bastante extraña o confusa, pero sin duda lleno de posibilidades muy excitantes.
Según los transhumanistas, los seres humanos deberán sustraer su destino biológico del ciego proceso evolutivo, para pasar a la siguiente fase como especie. En su interpretación, la biotecnología nos hará más fuertes, más listos y longevos, y menos inclinados a la violencia. Tanto en los planteamientos iniciales de Asimov, que exponía en 1950 el cyberdecálogo de la robótica en Yo, Robot, como en la denominación que del movimiento hacia poco después Julian Huxley... hasta la nueva tipología de Pentti Malaska y Paúl Wildman, en relación a la clasificación de las futuribles especies híbridas que saldrán de todo esto, se resume una ingenua presunción sobre la culminación de la condición humana y de su evolución como especie.
El trashumanismo en América latina
Este nuevo paradigma desecha el postulado fundamental que está implícito en la futurología tradicional y prácticamente en todo el pensamiento político actual. El paradigma anteriormente mencionado parte de la base de que la “condición humana” básicamente es siempre constante. Los procesos tecnológicos pueden ser mejorados, la riqueza puede ser incrementada y redistribuida, nuevas herramientas pueden ser desarrolladas, la cultura puede cambiar, inclusive a veces drásticamente pero la naturaleza humana siempre sigue siendo la misma.
Pero el paradigma anteriormente mencionado ya no puede ser considerado verdadero.
Innovaciones como el habla, el lenguaje escrito, la imprenta, los motores, la medicina moderna y las computadoras, todos estos cambios en su momento causaron un profundo impacto en cuanto a la forma de vida del hombre, en cuanto a qué somos y qué hacemos. Estas innovaciones comparadas con los cambios que se avecinan en las próximas décadas se las pueden considerar lentas y poco profundas. Nótese también que aunque sea una sola innovación que cause un cambio tan profundo como las anteriormente mencionadas, alcanzan para invalidar las proyecciones futuristas ortodoxas.
El “Transhumanismo” ha ganado adeptos como una nueva forma de pensar sobre la premisa de que la condición humana es esencialmente inalterable. Dejando de lado este anticuado paradigma, aparecen ante la mente una serie de posibilidades que van desde un futuro ilimitadamente promisorio a posibilidades extremas como la extinción de la vida inteligente. En general el futuro es visto en forma bastante extraña o confusa, pero sin duda lleno de posibilidades muy excitantes.
Según los transhumanistas, los seres humanos deberán sustraer su destino biológico del ciego proceso evolutivo, para pasar a la siguiente fase como especie. En su interpretación, la biotecnología nos hará más fuertes, más listos y longevos, y menos inclinados a la violencia. Tanto en los planteamientos iniciales de Asimov, que exponía en 1950 el cyberdecálogo de la robótica en Yo, Robot, como en la denominación que del movimiento hacia poco después Julian Huxley... hasta la nueva tipología de Pentti Malaska y Paúl Wildman, en relación a la clasificación de las futuribles especies híbridas que saldrán de todo esto, se resume una ingenua presunción sobre la culminación de la condición humana y de su evolución como especie.
El trashumanismo en América latina
Es un movimiento cultural e intelectual que afirma la posibilidad y necesidad de mejorar la condición humana, basándose en el uso de la razón aplicada bajo un marco ético sustentado en los derechos humanos y en los ideales de la Ilustración y el Humanismo.
Esta mejora se llevaría a cabo desarrollando y haciendo ampliamente disponibles tecnologías que aumenten las capacidades físicas, intelectuales y psicológicas de los seres humanos. Muchas de estas tecnologías ya existen o están en vías de desarrollo, y su aplicación a gran escala sin duda modificará a la sociedad de muchas formas, de modo análogo a la aplicación de las tecnologías informáticas en tiempos recientes. Es por ello que una extensa discusión sobre las formas en que la tecnología modificará a la sociedad es necesaria, para prever con acierto los escollos que puedan surgir y sus potenciales soluciones.
Es necesaria una aproximación interdisciplinaria para comprender y evaluar las probabilidades de superar las limitaciones biológicas aplicando las capacidades de las presentes y futuras tecnologías. Los transhumanistas buscan expandir las oportunidades que brinda la tecnología para que la gente pueda ser más saludable y longeva, y aumentar su potencial intelectual, físico y emocional.
La Asociación Transhumanista fue creada para dar apoyo a la discusión, investigación y conocimiento público del pensamiento transhumanista de vanguardia.
Hoy día tecnologías como ingeniería genética, tecnología de la información, farmacología, así como tecnologías que se encuentran en fase experimental como la nanotecnología, la inteligencia artificial y la colonización espacial, forman parte del ámbito de discusión transhumanista. Los riesgos y los beneficios de estas nuevas tecnologías son explorados con el fin último de desarrollar estrategias y políticas que permitan a las sociedades e individuos navegar por las aguas que tenemos por delante.
Los temas a tratar difícilmente puedan ser más complejos. Los escenarios posibles van desde la extinción de la vida inteligente a un futuro transhumanista el cual puede ser en extremo benéfico. Usted está invitado a unirse a un número creciente de expertos e interesados ciudadanos que están tomando parte en serias discusiones sobre el futuro de la humanidad.
El transhumanismo es una aproximación interdisciplinaria para comprender y evaluar las probabilidades de superar las limitaciones biológicas aplicando las capacidades de las presentes y futuras tecnologías. Los transhumanistas buscan expandir las oportunidades que brinda la tecnología para que la gente pueda ser más saludable y longeva y aumentar su potencial intelectual, físico y emocional.
¿Es el transhumanismo una idea peligrosa?
Seguramente lo es para aquellos que valoran
los conceptos abstractos por encima del bienestar de los seres humanos. Para
los demás, el transhumanismo es una hermosa visión y una extensión natural del
pensamiento humanista clásico. Es una visión de libertad, la libertad de elegir
qué persona quieres ser. A veces a los transhumanistas se le acusa de olvidarse
de las consecuencias sociales de sus propuestas, y los críticos nos advierten
de un "Mundo Feliz" con demasiadas diferencias entre los que tienen y
pueden, y los que no tienen y no pueden. Semejantes opiniones negativas, que
nacen probablemente de una falta de comprensión deliberada del mensaje
transhumanista, no podrían estar más alejadas de la realidad en el sitio Web de
la Asociación Transhumanista Mundial.
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