16 enero 2010

Pierre Huyghe 1962



En 2001, Huyghe representó a Francia en la Bienal de Venecia, ganando un premio especial del jurado.
Huyghe, fue ganador del premio Hugo Boss en 2002.
Tras los elaborados experimentos tecnológicos llevados a cabo por este artista francés hay una preocupación fundamental por los enigmas que despiertan la imaginación.
Su sensibilidad, al menos en algunas de sus obras, se encuentra más próxima al simbolista Maurice Maeterlinck quien, según Kandinsky, creó una atmósfera de fuerzas invisibles y sombrías. en su obra "“Les grands Ensambles”,tiene un interés más estético que sociológico, preocupando más por la niebla, el humo y las nubes.
El autor ofrece una explicación de la obra, una proyección sobre una gran pantalla de dos torres típicas de viviendas de bajo presupuesto, en las que un ballet de ventanas iluminadas se alterna con ventanas apagadas, como si la niebla nocturna viniera y se fuese y el viento azotase los árboles del fondo.
Huyghe dice que su obra está basada en unos proyectos arquitectónicos de la década de los 70 que “terminaron siendo un fracaso arquitectónico y social”. Tal y como lo explica se trataba de una transgresión de las teorías de Le Corbusier. “Sin principio ni fin, las dos torres de edificios dialogan en un extraño código Morse a través de la luz de sus respectivas ventanas, en una existencia parpadeante”. El espectador puede advertir fácilmente, prescindiendo del comentario social implícito en la explicación de Huyghe, que hay un mensaje enormemente triste, así como algo misterioso que no requiere de las famosas explicaciones académicas.

Pierre Huyghe es un artista multidisciplinar que juega con nuestra percepción del tiempo y de la realidad, a la vez que inventa nuevos modos y formatos de producción y exhibición de arte contemporáneo. En sus espectáculos en directo difumina la línea divisoria entre artes plásticas y artes escénicas y rompe las convenciones sobre la forma de su presentación. Temas recurrentes en estas obras son la construcción y mediatización de la realidad. Juega con realidades basadas en narrativas inventadas o contrasta narrativas paralelas dadas para señalar la existencia de realidades múltiples producidas por la percepción e interpretación subjetivas de distintos narradores y receptores.

Pierre Huyghe siempre se ha mostrado interesado en la variedad de versiones que puede haber de una misma historia, considerando como tales las películas dobladas. "Remake" (1995) es una versión francesa de "La ventana indiscreta" de Alfred Hitchcock, en la cual se sustituyen no sólo las voces de los actores sino éstos mismos. En "Blancanieves Lucie" (1997), Lucie Dolène, la voz francesa de Blancanieves de Walt Disney, habla de su trabajo como dobladora y de la relación que se establece entre intérprete y personaje interpretado. "La Tercera Memoria" (1999) confronta tres versiones de un hecho real: la película.

"Dog Day Afternoon" de Sidney Lumet basada en el robo de un banco perpetrado por John Wojtowicz; la cobertura mediática del suceso; y una reconstrucción de los hechos interpretada y narrada por el propio Wojtowicz, que demuestra la influencia de las otras "versiones" sobre sus recuerdos.

Más que los objetos, lo que interesa al artista francés son las narrativas que se crean alrededor de los objetos. En "No son tiempos para soñar" (2004), se mezclan tanto los tiempos como las historias en torno a un edificio que Le Corbusier diseñó para la Universidad de Harvard en 1959. La representación de todos los personajes mediante marionetas refleja el interés de Huyghe en la experimentación con técnicas y formatos diferentes, al igual que las animaciones por ordenador de "No Ghost Just A Shell". Este proyecto, concebido con Philippe Parreno, partió de la adquisición de los derechos de un personaje de manga para ser utilizado en los trabajos de dieciséis otros artistas plásticos, de este modo convirtiéndolo en protagonista y nexo entre múltiples narrativas, como la de "Dos minutes fuera de tiempo" (2000). Incluso el final del proyecto "Una sonrisa sin gato" (Fiesta de la desaparición de Ann Lee) (2002) se formuló como un obra de arte presentada en formato de celebración.

En años recientes los aspectos escénicos y los eventos en vivo han ido cobrando importancia en las piezas de Huyghe. "La expedición centelleante" (2002) es una exposición compuesta de varias partes que se presentan en cada piso del museo como si de los diferentes actos de una ópera se tratara.

"Un viaje que no fue" (2005), otra experiencia compartida con varios artistas y que consistió en un viaje a la Antártica, se materializó en un documental y la presentación del pingüino albino descubierto en un concierto con orquesta filarmónica. El juego con una realidad inventada que el artista plantea en esta obra, nos remite directamente a José Luis Borges, referente importantísima en todo el proyecto artístico de Pierre Huyghe y citado en trabajos como Yo no poseo "El jardín de los senderos que se bifurcan" (2007).

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