28 mayo 2009
Daniel Dennett 1942 Conciencia explicada
Creo que ello es debido a que la evolución va directo al corazón del más perturbador descubrimiento científico de los últimos siglos, que refuta una de las más viejas ideas que tenemos, tal vez más vieja que nuestra especie.
Es la idea de que se precisa algo muy grande y sofisticado para hacer una cosa menor. Lo llamo el efecto goteo de la creación. Nunca se verá una lanza haciendo un alanceador. No se verá nunca una herradura haciendo un herrero. Nunca se verá un tarro haciendo un alfarero. Es siempre el camino inverso y esto es tan obvio como lógico. Quizás en el Homo habilis, el habilidoso, que empezó construyendo herramientas de piedra hace 2 millones de años. Se sentían más maravillosos que sus artefactos. Así que la idea de un creador más maravilloso que las cosas que crea es, pienso, una muy idea intuitiva muy profundamente arraigada. Precisamente a esa idea se refieren los promotores del Diseño Inteligente, cuando preguntan: “¿Se ha visto nunca un edificio que no haya tenido un constructor? ¿Se ha visto nunca una pintura que no haya tenido un pintor?” Eso capta a la perfección esa idea intuitiva intuitiva profunda de que nunca se obtendrá diseño gratis.
Un viejo argumento teológico … el que Darwin impugnó completamente con su teoría de la selección natural, mostrando no solamente que se puede obtener diseño de cosas no diseñadas, sino que incluso se puede tener evolución de diseñadores a partir de algo no diseñado. Acabas teniendo autores y poetas y artistas e ingenieros y otros diseñadores de cosas, otros creadores: el más reciente producto del árbol de la vida. Esto cambia la idea que mucha gente tiene de que la vida tiene significado.
La mente humana y el lenguaje ¿Incluso el espíritu de los humanos –su alma- es producida de esta forma?
Sí. Como una multicelular y móvil forma de vida que es, necesita una mente porque precisa estar prestar atención a los lugares por los que anda. Se precisa un sistema nervioso que pueda extraer información del mundo en forma rápida y pueda elaborar esa información y usarla rápidamente para guiar el comportamiento. El problema básico para todos los animales es encontrar lo que necesitan y evitar lo que podría dañarles, y hacerlo más rápido que sus competidores. Darwin comprendió esta ley y comprendió que este proceso había estado en curso de desarrollo durante centenares de millones de años, produciendo mentes cada vez más androides.
Pero alguna cosa fuera de lo ordinario sucedió cuando los humanos llegaron?
Efectivamente. Los humanos descubrieron el lenguaje: una aceleración explosiva de los poderes de la mente. Porque ahora no solamente se puede aprender de la propia experiencia, sino que también se puede aprender indirectamente de la experiencia de cualquier otro. De gente que nunca se ha conocido. De antecesores muertos hace mucho tiempo. Y la cultura humana misma se convierte en una fuerza evolucionaria profunda. Esto es lo que nos da un horizonte epistemológico que es mucho más grande que el de cualquier otra especie. Somos la única especie que sabe quién es, que sabe que ha evolucionado. Nuestras canciones, nuestro arte, nuestros libros y nuestras creencias religiosas son en última instancia un producto de algoritmos evolucionarios. Hay gente que encuentra esto emocionante, y otra que lo encuentra deprimente.
Biología, religión y sociedad
Nada hace a la evolución tan evidente como el código ADN. Sin embargo, los que creen en el Diseño Inteligente encuentran el código ADN menos problemático que las ideas de Darwin. ¿Por qué?
No lo sé, porque soy de la opinión de que la mayor evidencia que tenemos de la verdad de la teoría de Darwin es la que llega cada día de la bioinformática, de la comprensión del código ADN. Los críticos del darwinismo no quieren hacer frente al hecho de que las moléculas, los encimas y las proteínas obligan a pensar. Sí, tenemos un alma, pero está hecha de muchos robots minúsculos.
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