
"Fue perseguido, procesado y condenado a no ejercer la ciencia. La Inquisición consideró que sus teorías sobre el sistema del mundo eran 'vehementemente sospechosas de herejía' y le encerró en una casa durante años. 'Abjuro, detesto y maldigo', clamó Galileo en 1633 para intentar salvar el pellejo. Ironía fatal, murió ciego y sin poder dedicarse a lo que le apasionaba, los planetas, las estrellas, los cometas. Los papas prohibieron sus obras en Italia. Tuvo que pasar mucho tiempo para que Galilei (Pisa, 1564-Florencia, 1642), y con él Copérnico, acabaran ganando la batalla de la razón."
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