

Quizás la fisiología griega del siglo VI AC cobre relevancia a la hora de analizar el trabajo de Wurm. Según aquellos antiguos escritos, los cuatro humores cardinales eran fluidos del organismo que se creía causaban dolor o enfermedad cuando estaban en desequilibrio. Bajo esta premisa, es relevante advertir cómo la agudeza del artista y su mirada crítica no cae en el pesimismo, sino que la “equilibra”, tal como lo haría alguno de los torrentes corporales, por ejemplo, con una carga de tranquilidad expresada en la risa.
Una visión aventurada, pero que se sustenta con las cualidades antropológicas que tiene la obra de Wurm, la cual se adentra en el estudio de la realidad humana actual.
¿Cuál es tu relación con el cuerpo humano y de qué manera lo utilizas como plataforma para tu trabajo artístico?
Más que el cuerpo humano, estoy interesado en la identidad humana. El cuerpo físico es apenas una parte de nosotros, hay también aspectos no-visuales como la psicología, la filosofía, nuestros miedos, opresiones y necesidades. Las preguntas sociales como la apariencia característica de nuestra identidad, la relación con uno mismo y la sociedad, son realmente significativas para mí. Es equivocado reducir todo al cuerpo físico.
¿Por qué decidiste presentar tu trabajo a través del humor y la ironía?
El humor permite romper barreras y acercarse aún más a las personas. De alguna forma, el cinismo y el humor tienen una fuerza seductora. Además, proveen la posibilidad de tratar realidades serias sin convertirlas innecesariamente en algo dramático. En mi arte quiero excluir cualquier cualidad de que evoque compasión o tristeza. En realidad el humor es a menudo horror, de hecho encontramos gracioso cuando las personas se lesionan, se lastiman o cuando se encuentran a sí mismas en situaciones vergonzosas.
¿Cómo se hicieron parte de tu trabajo las imágenes publicitarias, los medios de comunicación y la cultura occidental?
El glamoroso mundo de la moda y la publicidad me interesa muchísimo, porque es parte de nuestra relación con la sociedad y con el mundo que nos rodea. Yo frecuentemente tomo fotografías de este mundo e intento integrarlas en mi arte. La moda, la publicidad, las historietas, los cómics y también la industria de la música son, en nuestro tiempo, los portadores de la información, que es quizás la razón de que mi trabajo sea comprendido tan fácilmente por el público y en ocasiones, incluso, copiado.
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